fbpx
Comunícate con nosotros

internacional

la alerta de Reporteros Sin Fronteras (RSF)

Foto del avatar

Publicado

El



Este viernes, cuando se conmemora el Día Mundial de la Libertad de Prensa, la organización Reporteros Sin Fronteras (RSF) publicó la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa, un índice que cada año evalúa la situación para los periodistas en 180 países.

​(Puede leer: Sexualidad, alcohol y religión: las conductas que están prohibidas en Catar y pueden implicar graves consecuencias legales)

En este listado, que va acompañado de un informe, la organización advierte que la libertad de prensa a nivel global está amenazada por quienes deberían ser sus principales garantes: las autoridades políticas. Lo que se traduce en un incremento en la acción sobre los medios por parte de Estados y actores políticos.

«Estamos hablando de una pérdida de autonomía e independencia editorial de los medios frente a las presiones de actores políticos, de una falla de los Estados en sus obligaciones de proteger a los periodistas y de garantizar acceso a la justicia en casos de crímenes, y de una instrumentalización de las estrategias de desinformación masiva y de los ataques a la prensa y a periodistas como parte de una estrategia por parte de los actores políticos para promover la desconfianza de la sociedad hacia los medios», le explica a EL TIEMPO Artur Romeu, director de la Oficina de América Latina de RSF.

Advertisement

Esa problemática ha llevado, dice Romeu, a una baja abrupta en el indicador político, uno de los cinco aspectos que mide la Clasificación para determinar las reales condiciones de la prensa a nivel global (político, económico, legislativo, sociocultural y de seguridad). Y pone, a su vez, en alerta a las democracias.

(Además: Protestas propalestinas se extienden por algunas universidades de Francia: Policía interviene en París y Lyon)

«Hoy en día las democracias están en riesgo porque vemos que hay una pérdida de confianza por parte de la sociedad en el rol de mediación social que tienen los medios. Eso genera un caos informativo que es capitalizado por grupos políticos de tendencias más autoritarias y extremistas, independientemente del espectro político», explica al respecto.

Los países mejor y peor calificados por RSF

Ocupando el primer lugar, Noruega es el país donde los medios de comunicación gozan de una mejor situación, mientras que Eritrea sustituyó a Corea del Norte en el puesto 180 como el peor para la libertad de la prensa.

Vemos una pérdida de autonomía e independencia editorial de los medios frente a las presiones de actores políticos

Protestas por la agencia Telam.

Foto:EFE/ Enrique García Medina

«Argentina elige a un Javier Milei que en ningún momento camufló o intentó esconder su postura abiertamente hostil hacia el periodismo. Y llama la atención su postura pública de atacar a periodistas y medios con palabras muy duras e insultos y el que promueva junto a sus simpatizantes cierto nivel de desconfianza con los medios», dice Romeu sobre el caso argentino.

Perú, en la posición 125, también destaca por el deterioro de las condiciones de ejercicio del periodismo. Según Romeu, se trata del país de la región que más ha perdido posiciones en los últimos dos años (48) en medio de un deterioro político que no frena desde la destitución del expresidente Pedro Castillo en diciembre de 2022.

«Este año (Perú) baja 15 posiciones, pero ya había bajado 33 en 2023. El sistema político en Perú es cada vez más opaco, y eso tiene impactos graves para temas como acceso a la información o transparencia pública, o incluso se refleja en procesos judiciales en contra de periodistas», señala.

En la cola de la clasificación, en el continente americano, permanecen Cuba (168º), Nicaragua (163º) y Venezuela (156º), países donde «el periodismo vive sometido a una censura que se apoya en decisiones arbitrarias».

Pero no todo son noticias negativas en América Latina: la situación mejora en Chile, que sube 31 peldaños hasta el puesto 52, y en Brasil, con un ascenso de diez puestos hasta el 82º. «La voluntad política puede permitir mejores garantías» para los medios, señaló la directora editorial de RSF, Anne Bocandé.

Advertisement

(Puede leer: Por su cubrimiento en Gaza, periodistas palestinos ganaron el Premio Mundial a la Libertad de Prensa Unesco-Guillermo Cano 2024)

El caso de Colombia

En la clasificación de este año, Colombia ocupó el lugar 119, lo que representa una mejora de 20 puestos respecto al año pasado, cuando ocupó el 139

No obstante, según el director regional de RSF, la mejora del país en la clasificación debe leerse con pinzas porque se debe, sobre todo, al descenso de posiciones que sufrieron otras naciones en la región y en el mundo. El país, de hecho, sigue ubicado en la lista de aquellos cuya situación se considera «difícil» en materia periodística.

«El indicador de Colombia, no el puesto en que está en la Clasificación, no ha mejorado tanto. Mejoró alrededor de 4 puntos. Ese avance de 20 puestos es un reflejo de los problemas que hay en otros países y eso hizo que Colombia mecánicamente, por la metodología, subiera», explica.

Advertisement

Según Romeu, si bien el índice refleja una reducción de las presiones políticas a las cuales se enfrentan los medios y periodistas en Colombia, los expertos que colaboran en la elaboración del informe siguen observando una tensión seria entre el Poder Ejecutivo y los medios, que se refleja, por ejemplo, en las reacciones del presidente Gustavo Petro a la cobertura mediática de su gobierno.

(Además:
‘Hay gente que no quiere que el país cambie’: las razones que explican la crisis humanitaria en Haití)

Gustavo Petro en su discurso del 1.° de mayo

Foto:EFE

La seguridad de los profesionales de los medios también se ve gravemente amenazada cuando cubren temas relacionados con la corrupción, la expansión de los cárteles mexicanos y las alianzas entre políticos, grupos armados y empresas.

El informe advierte que en Colombia los periodistas sufren amenazas, estigmatizaciones e incluso pierden la vida, y da cuenta de dos periodistas que fueron asesinados en 2022. Uno de ellos, señala el informe, bajo protección del Estado. Lo que deja en evidencia fallas en los mecanismos de protección.

Al respecto, la Fundación para la Libertad de Prensa (FLIP) de Colombia publicó este mismo viernes un reporte en el que alerta del recrudecimiento de la violencia contra periodistas en el país y la urgencia de un mayor compromiso del Estado para abordar esa situación.

«En los primeros cuatro meses del año, hemos documentado 158 agresiones y un mayor riesgo para quienes cubren temas relacionados con administraciones públicas, manifestaciones, seguridad y conflicto armado. Este escalamiento de la violencia tiene un efecto inhibitorio en el periodismo, vulnera los principios democráticos y plurales de las sociedades, y evidencia que las y los periodistas corren un riesgo cada vez mayor», alerta la FLIP.
Advertisement

(Le recomendamos: ¿Traicionado por su propio círculo? Así fue cómo un ministro cercano a Nicolás Maduro casi implosiona al chavismo)

​Según la organización, la amenaza, documentada en 56 casos, ha sido la principal agresión entre enero y abril de este año. Periodistas reciben mensajes o llamadas de números desconocidos o publicaciones en redes sociales en las que les atacan de manera directa, o incluso a sus familiares.

​»Les amenazan por notas periodísticas realizadas, por investigaciones que están en curso o por no publicar alguna información, como sucedió con Juan Alejandro Loaiza, de Huila, quien fue amenazado y posteriormente secuestrado por un grupo armado al negarse a publicar su información», anota la FLIP.

Juan Alejandro Loaiza

Foto:Archivo particular

En ese contexto, la FLIP ve urgente «que se establezcan estrategias de prevención de las violencias contra periodistas y se brinden mecanismos de protección efectivos, proporcionales y oportunos para contener los ataques». Y añade que «es fundamental que las instituciones coordinen acciones para avanzar en las investigaciones judiciales, con el objetivo de combatir la impunidad y establecer sanciones contra aquellos responsables de amenazar y asesinar a periodistas».

​Por último, apunta que, en un momento de marcada polarización política,» es imperativo que desde la máxima cabeza del Estado se reconozca y condene de manera pública y enérgica la violencia contra la prensa en el país».

Advertisement

El panorama global

A nivel global, el informe destaca que las condiciones para el ejercicio del periodismo son malas en tres cuartas partes de los países. 

También denuncia particularmente «la ausencia manifiesta de voluntad política de la comunidad internacional para aplicar los principios de protección de periodistas» en la guerra de Gaza. 

Según Romeu, el enclave palestino reporta la mayor cifra de periodistas muertos en un conflicto armado en el último siglo. Más de 100 reporteros palestinos han muerto en el enclave por el ejército israelí, de los que al menos 22 lo hicieron ejerciendo su profesión.

«Al final, lo que vemos en Palestina, y sobre todo en Gaza, es la erradicación del periodismo por la violencia armada en un territorio. Y es muy preocupante la falta de responsabilidad de la comunidad internacional para intervenir», agrega.

Periodista de Palestina en Gaza.

Foto:UNESCO

Advertisement
Casi la mitad de la población mundial acude a las urnas este año, desde India y Estados Unidos a México o Venezuela, lo que hace presagiar nuevas «presiones muy fuertes».

​A ello se suma la preocupación y el riesgo de que la tecnología y herramientas como la IA generativa puedan producir desinformación y afectar procesos electorales claves a lo largo del mundo.

En la lista mundial, destaca la caída de Afganistán (26 puestos, hasta la posición 178ª), Togo (-43, 113ª) o Burkina Faso (-28, 86ª).

Siria y Eritrea son «dos países que se han convertido en zonas sin ley para los medios de comunicación, con un número récord de periodistas detenidos, desaparecidos o secuestrados».

Advertisement

La clasificación se lleva a cabo con base en «una recogida cuantitativa de los abusos cometidos hacia los periodistas» de un lado y de «un estudio cualitativo» del otro. Este segundo se basa en «las respuestas de cientos de expertos de la libertad de prensa (periodistas, universitarios, defensores de derechos humanos) a una centenar de preguntas».

WILLIAM MORENO HERNÁNDEZ Y ANGIE RUIZ HURTADO – REDACCIÓN INTERNACIONAL – EL TIEMPO





Source link

Advertisement