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% – EFEverde
Madrid – El director general de la Fundación Repsol, António Calçada, recuerda que una transformación energética real necesita “tecnología probada y pragmatismo” y, aunque “todos estamos de acuerdo en lo que queremos en 2050” y la necesidad de luchar contra el cambio climático, “no podemos apagar la luz hoy y mañana empezar a reinventarnos el mundo”.
En una entrevista con EFEverde recordó algunas de las iniciativas que realizan todo tipo de empresas para favorecer esta transformación y recordó que Europa ha entrado “con fuerza” en la lucha contra el cambio climático y en apoyo de la sostenibilidad, pero considera que no se puede olvidar que es “un tema complejo” y muchas de las tecnologías necesarias “están pensadas, pero no están todavía preparadas, ni en competitividad y costes, ni para escalar”, por lo que abogó por aprovechar las ya probadas y que van en la misma dirección.
“En el largo plazo estamos todos de acuerdo todos queremos en el 2050” (en alusión a objetivo de cero emisiones en 2050 fijado en el Acuerdo de París), pero “el tema es qué vamos a hacer de aquí al 2050”, ya que “mientras unas tecnologías necesitan un tiempo, otras tecnologías ya están probadas, como por ejemplo los motores de combustión de alta eficiencia. Esto nos tiene que ayudar a hacer ese viaje”, recalca el también vicepresidente de la Fundación Repsol.
“No podemos apagar la luz hoy y mañana empezamos a reinventar el mundo”. La transformación “tiene que hacerse con pragmatismo, con tecnología y conciencia”.
“Pensemos en lo que está pasando en Europa”, ya que “a lo largo de la última década ha entrado muchísimo, y no me parece mal, en el tema de la sostenibilidad y siempre va por delante y con liderazgo”, pero ahora “nos damos cuenta de que no habíamos cuidado el tema de la seguridad energética y de la seguridad suministro energético”, lamenta.
Invita a participar y aportar ideas en los debates de Open Room
Por ese motivo invita a todos los actores involucrados, empresas, administraciones, asociaciones ecologistas y colectivos a participar en el debate y recuerda que su fundación cuenta con la plataforma digital “Open Room” en la que toda la sociedad está llamada a participar. En esta iniciativa se realizan entre 50 y 60 eventos todos los años, en los que han participado unos 18.000 usuarios de la plataforma.
En esta reflexión no se tiene que olvidar que estos cambios supondrán “un mayor coste para la ciudadanía” por lo que debe conocer el proceso para saber si “está preparada”, al tiempo que recuerda que cuando más rápido se haga, más coste supone, por lo que “con metodología y tecnología podemos discutir y debatir este tema como todos los los interesados”, ya que “con este diálogo se hará más luz” al “complejo tema”.
Dentro de este proceso por la sostenibilidad y las políticas ESG (Ambiental, Social y de Gobernanza), subraya que las compañías van a llevar una “triple contabilidad”. La tradicional , otras dos «una traducción monetaria, monetizables»; una con los aspectos sociales y otra con los medioambientales, explica.
Triple contabilidad de las empresas. Cuantificar lo social y lo ambienta, que son «tangibles»
“Tendrás la contabilidad de la vieja economía, en la que 100 millones después de impuestos son 100 millones después de impuestos”, pero las que cuantifican lo social y lo medioambiental también serán y son tenidas en cuenta por los accionistas, los fondos y los inversores, además de por la sociedad en general. «La integración de las tres es la que cotizará en Bolsa». «Poco falta para que tenga unas métricas muy precisas».
“Habrá una traducción monetaria y monetizable del impacto de las empresas en temas sociales”, al igual “que en la parte medioambiental” y si no se cumple en “las tres contabilidades”, esa compañía “va a tener un problema”, tanto operativo y con la sociedad, como para captar inversión.
Inversión de impacto
“Si hacemos una refinería de las antiguas, pero cien por cien moderna, que cumple a rajatabla la ley, es sostenible y, además, emplea y desarrolla una zona en la que no había empleo y, además, es medioambientalmente segura, para mí es de impacto”.
“¿O la inversión de impacto es sólo cuando haces unas cosas determinadas? ¿Y no es una buena inversión si es sostenible en lo económico, si es sostenible en lo social, y si es sostenible medioambientalmente?”, afirma.
“Es una es una inversión de gran impacto y de buen impacto”, es parte de los negocios de la empresa, sentencia.
“Al mundo aún mal llamado Tercer Sector, y al mundo fundacional, le faltaba esto”, que se cuantificasen las acciones que realiza. “Todo se debe tener en la cuenta de resultados” ya que “lo que suma y lo que resta” son “tangibles”, e incluso actuaciones sociales que aportan valores medioambientales, de empleabilidad, de incremento de la población o de mejoras educativas en una zona. Además todo esto puede acabar aportando resultados y líneas de negocios para la corporación, valora.
