La investigación se denomina “Estudio de presencia de Flavivirus y Dirofilaria por herramientas moleculares en mosquitos (Diptera: Culicidae) en una zona desértica de Chile” y constituye un estudio sin precedentes en Chile continental.
Millaray Mariqueo, Ciencia en Chile.- María Beatriz Cancino es una científica e investigadora con Magíster en Ciencias Biomédicas mención Microbiología y Doctora en Biotecnología por la Universidad de Barcelona, cuya línea de investigación se orienta a las enfermedades desatendidas, emergentes y reemergentes transmitidas por vectores. Dentro de esta línea, Beatriz descubrió su inquietud por los zancudos, animal conocido por ser el que ocasiona numerosas muertes a nivel mundial, principalmente por ser transmisor de la malaria.
A partir de esto, la investigadora desarrolló la interrogante ¿Tendrán los mosquitos (zancudos) de Chile, virus o parásitos que nos pudieran infectar?, cuestionamiento que llevó a iniciar una investigación en 2019 financiada por ANID.
Metodología y resultados
La investigación involucró la colección demuestras en las regiones de Arica y Parinacota, Tarapacá y Antofagasta, logrando reunir más de 3 mil muestras, 3.085 para ser más exactos.
El objetivo era buscar virus de la familia de los Flavivirus, que tienen importancia médica como el Zika, Dengue, Fiebre Amarilla, entre muchos otros. La investigadora mencionó que un objetivo paralelo también fue el estudio de un parásito que también lo transmiten los zancudos, no obstante, esto se dificultó porque la logística de transportar trampas y sus baterías al norte, para colectar hembras adultas, era muy complejo, haciendo imposible obtener la cantidad de hembras suficientes para el estudio, por lo que se colectaron y analizaron hembras de zancudos en la región del Maule encontrando material genético de parásitos nemátodos (gusanos) de animales como la Acanthocheilonema reconditum, que no se transmiten a las personas.
Ahora bien, en la búsqueda de Flavivirus, se estudiaron principalmente cursos de agua y aguas estancadas, donde se crían las fases acuáticas de los mosquitos (larvas y pupas) ya que los flavivirus se transmiten desde la hembra a sus huevos (transmisión vertical) y esto permitía poder analizar no solo los adultos sino todas las etapas evolutivas del zancudo, huevos, larvas y pupas. “Nos era más factible, por la compleja logística de llevar trampas y sus baterías o hielo seco más de 2 mil kilómetros para colectar adultos, que colectar las larvas y pupas que estaban en el agua ya que en el norte se crían todo el año por la temperatura” indicó la investigadora.
Posterior a eso, se realizó la identificación de las especies por el entomólogo Christian González y se agruparon según la especie y lugar geográfico. Los zancudos se colocaban en tubos con un preservante de material genético (DNA y RNA), para luego ser llevados al laboratorio a más de 2000 km. Allí estos fueron estudiados por dos técnicas: RT-PCR y RT-qPCR, con diferentes partidores, ambos métodos para estudiar la presencia de RNA de los virus. Las especies de mosquitos estudiadas fueron del género Culex en su mayoría, que son las especies más abundantes en nuestro país.
Si bien, los resultados arrojaron que la totalidad de los zancudos estaba negativos para Flavivirus, esto concuerda con lo que ocurre en Chile, “nosotros no tenemos casos de Dengue, ni Fiebre Amarilla o Zika endémico en Chile, todos los casos que vienen son del extranjero, personas que fueron a lugares donde estas enfermedades están presentes”. Entonces hasta el momento estamos libres de Flavivirus, no obstante, surge una nueva amenaza.
Aedes aegypti
El calentamiento global, la migración de personas desde y hacia lugares endémicos y las actividades de intercambio comercial con nuestros países vecinos propicia el ingreso de zancudos que son más agresivos como es Aedes aegypti. “En estos momentos existe una alerta sanitaria porque encontraron esta especie en la Quinta Región, lo que podría hacer cambiar este escenario libre de Flavivirus” menciona la investigadora.
Este zancudo estuvo presente en Chile hasta el año 1961, en que luego de la campaña de erradicación en el norte producto de la Malaria existente (producida por otra especie de zancudo) produjo su eliminación. No obstante, en el año 2002 es detectado en Isla de Pascua y posteriormente en 2016 en el norte de nuestro país, “este mosquito es uno de los más importantes vectores de enfermedades graves como el Dengue o la fiebre amarilla, principalmente porque es antropofílico, prefiere alimentarse de seres humanos que de animales y porque es por naturaleza más agresivo que los otros”.
Actualmente el Ministerio de Salud a través de la Unidad de Zoonosis mantiene una vigilancia activa de los mosquitos, sin embargo, se desconoce si estos tienen o no virus dentro, materia de investigación que aún está pendiente, menciona la Doctora en Biotecnología. Ya que, en Isla de Pascua es el único lugar donde se ha estudiado Flavivirus en Aedes aegypti, debido a los brotes de Dengue y Zika. “Yo creo que es importante tener un piso y saber que en estos momentos estamos libres de Flavivirus, pero no sabemos lo que va a pasar mañana y para eso debiera haber una la política pública para implementar vigilancia en mosquitos a través del estudio molecular de estos vectores ya sea a través del Instituto de Salud Pública o de otro organismo” enfatizó Cancino.
El proyecto además será parte del Libro de difusión de 25 proyectos Fondecyt 2023. “Me parecía súper interesante el hecho que se pudiese ver qué se está haciendo en estos momentos en este país sobre ciencia, y que el libro concentre muchas de las investigaciones científicas, eso me motivó a participar. Y por supuesto, la necesidad de difundir el estudio y de poner sobre la mesa estas problemáticas, ya que los brotes de esta naturaleza son complejos para la población y para los países debido a la rápida propagación, algo que actualmente viven países vecinos como Argentina, por eso es tan compleja la situación de avance que ha tenido el Aedes aegypti en nuestro país” finalizó la investigadora.
Puedes revisar la investigación en: https://doi.org/10.1016/j.actatropica.2023.10692
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