La industria salmonera chilena ha sido señalada recurrentemente como un sector «estancado» por actores de la propia industria, siendo uno de sus principales pilares para atacar normativas ambientales o la Ley lafkenche.
Sin embargo, un informe de la Fundación Terram desmiente esta percepción y evidencia un crecimiento exponencial en las últimas décadas, publicado recientemente en DiarioSostenible.cl donde destacó la opinión del economista Cristopher Toledo, quien explicó que «los datos revelan una realidad muy distinta a la que comunica el sector».
Entre los argumentos de estancamiento se encuentra el estudio del Centro de Incidencia Pública «Pivotes», que sostiene que la falta de nuevas concesiones limita el crecimiento. No obstante, según cifras de la Subsecretaría de Pesca y Acuicultura (Subpesca), solo en la última década se han otorgado 101 nuevas concesiones, sumando un total de 272 desde 2010 en las regiones de Los Lagos, Aysén y Magallanes. «Este aumento demuestra que la narrativa de ‘impedimento al crecimiento’ no se sostiene», afirmó Toledo.
A pesar de este crecimiento, una parte significativa de las concesiones otorgadas no se encuentra en uso constante. «Durante este período, el número de concesiones pasó de 1.279 a 1.379, pero de este total solo se registró actividad en 1.013 concesiones y en promedio, solo operaron activamente 353 centros de cultivo al año. Aún más revelador es que el 50% de los centros de cultivo con actividad reportada solo operaron en tres o menos años de los once analizados. «, destacó Toledo. Además, el 50% de los centros activos reportaron actividad en tres o menos años del periodo analizado. Esto plantea interrogantes sobre el destino de estas concesiones y su posible uso especulativo.
Chile, como segundo mayor exportador de salmón a nivel mundial, enfrenta también críticas por incumplimientos ambientales, especialmente en la Patagonia. «El crecimiento no se ha traducido necesariamente en más empleo ni en una gestión ambiental responsable«, apuntó el economista, llamando a priorizar la sostenibilidad sobre la expansión desmedida.
Fundación Terram concluye que el debate debe centrarse en datos objetivos, cuestionando la narrativa de crisis instalada por la industria. «Es fundamental proteger los bienes nacionales usados por el sector, asegurando su administración en favor del interés público», finalizó Toledo.