Proteger los bosques mediante la inversión en los pueblos indígenas y las comunidades locales (PICL) se considera, cada vez más, una de las formas más eficaces para mitigar el cambio climático y detener la pérdida mundial de biodiversidad. La cuestión es que gran parte de la financiamiento no llega a las organizaciones dirigidas por los PICL que pueden abordar estos problemas, comenta Lindsey Allen, directora ejecutiva de la Climate and Land Use Alliance (CLUA, Alianza para el Clima y el Uso de la Tierra). “Ahora mismo existe una increíble disonancia entre lo que las pruebas demuestran que funciona para proteger los bosques tropicales y apoyar a las comunidades, y hacia dónde fluye la mayor parte del financiamiento”, dijo Allen en un correo electrónico a Mongabay. “Esto tiene que cambiar. Es imposible acabar con la deforestación sin que una parte mucho mayor del financiamiento llegue a las organizaciones de los países con bosques tropicales y, especialmente, a las organizaciones indígenas y comunitarias”. En respuesta a esta desconexión, las organizaciones PICL se están uniendo para crear mecanismos de financiamiento a los que puedan contribuir los grandes donantes. En apoyo a estos esfuerzos, CLUA, con sede en Estados Unidos, que a su vez es un colectivo de varias fundaciones privadas, está trabajando con un grupo más amplio de donantes filantrópicos a favor del clima para desarrollar lo que Allen llama “un sistema de ‘tuberías’ para esta financiación”. El objetivo es trasladar los fondos de manera más eficiente a los lugares en donde puedan…This article was originally published on Mongabay
Source link